- De un vaso de leche desnatada, separamos 1/4 parte, en la que disolvemos 1 cucharadita de maicena
- El resto de la leche la calentamos y cuando esté a punto de hervir, añadimos la leche con la maicena, pimienta blanca, sal y nuez moscada
- Calentamos sin dejar de remover hasta que se espese
Podemos enriquecer más esta salsa si añadimos un poquito de cebolla rehogada con una pizca de aceite de oliva
Mira también esta "falsa bechamel" que ni siquiera necesita harina de maíz
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